Antiguamente y, por tradición, la romería de la Virgen del Castillo (bajada desde la Ermita a la Iglesia del pueblo) se realizaba el último domingo de agosto de cada año.
Según algunas fuentes, esta tradición venía condicionada porque el trabajo de la mayoría de los vecinos del pueblo dependía del campo y las labores de recolección, y para el último domingo de agosto ya se habían terminado y todos podían disfrutar de la romería.
Esta romería consistía en desplazarse todos los vecinos que lo deseaban a la Ermita en los únicos medios de transporte que se podía utilizar que era andando o en caballería, por lo farragoso y empinado del camino que había en aquellos tiempos.
Las familias que disponían de una caballería, la cargaban con todo lo necesario de comida y bebida para pasar toda la familia o grupos de amigos todo el día, primero asistiendo a la misa en honor a la Virgen y después comiendo, bebiendo y cantando canciones populares y cantos a la Virgen a la sombra de los peñones.
Después de pasar el día muchas personas cargaban sus enseres en las caballerías y se volvían al pueblo y otras se quedaban para acompañar a la Virgen desde la Ermita al pueblo andando.
En los años 60 y 70 del pasado siglo, llegó el auge de la emigración que afectó a todas las zonas rurales y, por supuesto, a Chillón también, emigrando muchos de los vecinos del pueblo a Barcelona, Madrid, Valencia y otros se marcharon al extranjero, Suiza y Alemania, para mejorar su nivel de vida ya que en el pueblo era muy limitada.
Estos emigrantes cuando volvían al pueblo por sus vacaciones en la feria de agosto se veían frustrados por no poder asistir a la romería, ya que sus vacaciones no les permitían quedarse tanto tiempo, con el consiguiente disgusto para ellos.
Entonces empezaron a surgir propuestas de los emigrantes pidiendo la posibilidad de adelantar la mencionada romería, comentarios que llegaron a los oídos de los miembros de la Directiva de la Hermandad de la Virgen del Castillo, y que en la Junta Ordinaria de la Directiva del día 25 de junio de 1973, después de deliberar sobre el asunto del adelanto de la romería, se acordó por unanimidad celebrar la romería el día 12 de agosto víspera de la “Vaquilla”.
Esta decisión de la Directiva fue muy criticada por algunas personas del pueblo, argumentando que no se podía cambiar una tradición que se remontaba muchos años atrás o que esa decisión no correspondía a la Junta Directiva sino a la Junta General o incluso hubo quién alegó que tenían programadas bodas para ese día.
En vista de tantas quejas y reclamaciones, la Junta Directiva en Sesión Extraordinaria del día 17 de julio de 1973 decidió anular lo acordado en la Junta anterior y volver a celebra la romería en la fecha que se venía celebrando antes.
Este asunto se siguió hablando en las distintas reuniones de la Junta Directiva, de la Hermandad pero no sería hasta el día 19 de septiembre de 1976, cuando se celebró una Junta General que finalmente acordó por unanimidad y a petición de los muchos vecinos que por trabajo vivían fuera del pueblo que la romería de bajada de la Virgen de la Ermita a la Iglesia del pueblo se realizase el día 12 de agosto a partir del siguiente año de 1977.
En esta Junta General se consideró que en nada perjudicaba a la Cofradía este cambio y sí daría la oportunidad a todos los hijos de Chillón que visitaran el pueblo con motivo de sus vacaciones estivales, disfrutar de este día tan importante para todos los chilloneros.
También en esta Junta General se acordó gestionar por parte de las Autoridades Locales competentes, que este día fuera declarado día festivo a todos los efectos laborales y comerciales.
Reflexionando sobre este tema, considero que es muy importante preservar las tradiciones pero tanto o más es adaptarlas a los tiempos y no quedarnos anclados en el pasado.
Chillón 30 de abril de 2022
Zacarias Cárdenas Ramos