La Junta Directiva de la Hermandad de la Virgen del Castillo, vistas las malas condiciones en las que se encontraba el camino de acceso a la Ermita de la Virgen, se planteó el reto de hacer otro camino con un nuevo trazado por el cuál pudieran acceder en coche los vecinos de Chillón y de otras localidades. Este tema no estuvo exento de discusión dentro de la propia Junta ya que unos opinaban que había que hacerlo sin más y otros, aunque la idea les gustaba, decían que era una obra muy arriesgada por la situación económica de la Cofradía y por los peñones que se pudieran encontrar la pala en el trazado. Pero, al final después de mucho discutir sobre el asunto, todos apostaron porque se hiciera el camino.
En la Junta Directiva del día 6 de marzo de 1974 un vocal manifestó que el Sr. Alcalde enterado del proyecto del camino, había ofrecido gratuitamente los servicios de una pala pagando sólo los gastos del palista y el combustible de la misma, ofreciendo también sin coste alguno los servicios del Aparejador Municipal para el replanteo de esta desviación o del Sr. Ingeniero Jefe del Servicio de Vías y Obras de la Excma. Diputación Provincial, quién se había ofrecido para llevarlo a cabo.
Después de este ofrecimiento y pasado un tiempo sin noticias del Sr. Ingeniero, en la Junta celebrada el día 21 de junio de 1974 se trató el estado de paralización del proyecto de desviación del camino a la Virgen del Castillo, el que a pesar de las diversas gestiones hechas, seguían sin movilización alguna.
A continuación, y en esta misma Junta se informó por parte de un vocal que en conversación con un conocido suyo, Timoteo Blasco Blasco, Guarda Forestal de I.C.O.N.A, que conocía de estos replanteos, por haber efectuado muchos en la finca “La Ribera” donde él prestaba servicio, que dicho señor se ofrecía voluntariamente y sin ningún interés económico por su parte para marcar el mencionado camino bajo su mejor saber y entender.
La Junta aceptó este ofrecimiento, procediendo este señor acompañado del vocal amigo, a marcar el camino. Después de ver el terreno, propuso dos posibilidades: la primera, aunque el camino se prolongase más que el actual, sería avanzar hacia el collado ancho existente al lado levante de la Ermita próximo a la finca conocida del “Tío Pequeño” haciendo una gran curva y de ahí partir en dirección a la Ermita y, la otra, se podía hacer la desviación cogiendo el camino del Pozo Becerra que va al citado collado y de esta forma se reduciría la pendiente en un 8% aproximadamente. Éste último fue el que se utilizó.
Por lo cual, se procedió a solicitar los correspondientes permisos a los dueños de las fincas por donde tenía que hacerse el camino, permisos que se consiguieron de los propietarios de las fincas afectadas.
El mencionado Guarda Forestal también se ofreció a gestionar con la empresa de las palas y excavadoras que tenía ocupadas en la finca de “La Ribera” y que creía que su coste no excedería de 160.000 pesetas.
Reunida la Junta Directiva de la Virgen del Castillo el día 9 de noviembre de 1974 y estando presente el Sr. Blasco el cual informó de las condiciones en las que la empresa de las palas estaba dispuesta a realizar los trabajos de estructura del camino y que son las siguientes:
1º Los dueños de las máquinas a la vista de lo que podía suponer el trabajo en el camino no quisieron comprometerse a dar presupuesto de una cantidad fija, ya que la parte de poniente y principalmente donde se proyectaba hacer el aparcamiento para coches, era una sierra inmensa de peñones por lo que sólo se comprometerían a facilitar las máquinas mediante el pago de 1.350 pesetas la hora más 15.000 pesetas por el traslado de las mismas.
2º También era necesario que la Hermandad pusiera compresores y personal competente para hacer los barrenos que se precisen a fin de que las máquinas no pararan, ya que si éstas tuvieran que parar por causas ajenas a ellos tendría la Hermandad que pagar el tiempo perdido.
3º Consideraba que, para estos trabajos, eran necesarios unos 100 kilogramos de goma o dinamita, 400 detonadores y 400 metros de mecha.
4º Y que para el replanteo del camino se comprometían a estar presentes cuantas veces fueran necesarias para indicar y fijar a las máquinas los trabajos a seguir.
La Junta quedó enterada y después de deliberar por unanimidad acordó lo siguiente:
a) Aceptar los trabajos de las máquinas en las condiciones expuestas en la condición 1ª facilitando el compresor o compresores necesarios, con el personal adecuado a que hace referencia la condición 2ª.
b) Adquirir los explosivos que se indican en la condición 3ª previa la tramitación de la documentación necesaria.
c) Designar al esposo de la santera para que contabilice las horas de trabajo de las máquinas, por lo que se le gratificara con arreglo a los días que este ocupado en ello.
d) Contratar al único pegador de explosivos con carné en la población y que disponía de un compresor y solicitar de Minas de Almadén que facilitara gratuitamente otro compresor.
e) Por último, se acordó unánimemente manifestar el deseo de que procure la inmediata venida de las palas o máquinas con el fin de evitar que se echen las aguas encima por la próxima época de lluvias y se retrasasen los trabajos.
En la reunión de la Directiva del 13 de diciembre de 1974 el Sr. Presidente informó a los reunidos sobre las obras ya empezadas del camino a la Ermita y de su situación actual, aunque ya todos la conocían por las visitas que habían realizado a las obras, ya que entre todos los miembros de la Junta se había establecido que cada día un miembro de dicha Junta hiciera una visita para ver la marcha de las obras. A continuación, se acordó lo siguiente:
1º Solicitar a Minas de Almadén la concesión de la grava que fuera necesaria para el firme del camino y que el transporte de la misma lo hicieran con sus propios camiones sin coste para la Hermandad.
2º En el supuesto de que Minas de Almadén llevara la grava al camino, no se disponía de medios económicos para afrontar otros gastos necesarios, teniendo en cuenta que ya se habían pagado 315.711 ptas. y aún quedan muchas cosas que hacer; por ello, se acordó pedir al pueblo ayuda económica para el camino.
3º Se informó a la Junta que el Sr. Blasco había ofrecido gratuitamente un vibro para apisonar la grava del camino.
Después de recibir la grava solicitada de Minas de Almadén y del vibro ofrecido por el Sr. Blasco gratuitamente y realizadas las obras del camino, en la Junta del día 19 de mayo de 1975 y habiendo pasado el invierno con las consiguientes lluvias, el nuevo camino se había deteriorado en algunos tramos, por lo cual se acordó repararlos y ponerlos a punto para el día de la inauguración que, por decisión de los asistentes, se señaló para el día 31 de mayo, para lo cual había que organizar lo siguiente:
a) Inauguración del camino en “La Venta” a las 10,30 horas, colocando la oportuna cinta que debería cortar el Sr. Alcalde.
b) Celebrar solemne misa en la Ermita a las 11 de la mañana.
c) Invitar con una cerveza, bebidas refrescantes, aperitivos y copa de vino español a todos los asistentes a este acto, para lo cual se requiere la colaboración de todos los vocales de la Junta para organizarla y servir a todos los asistentes.
d) Invitar a las autoridades locales de Chillón y Almadén, al Director de la Mina, al jefe de la Guardia Civil y al Sr. Blasco piedra angular de estas obras.
Y, por último, se acordó dar las gracias al pueblo en general y principalmente a la Santísima Virgen del Castillo.
Todos estos acuerdos del día 19 de mayo de 1975 fueron realizados y finalizados con la celebración de la romería del día 31 de mayo de 1975, con la enorme satisfacción de la Junta Directiva por haberse conseguido y plasmado en realidad el deseo de ver terminado el nuevo camino y poder subir a la Ermita en coche, a pesar de los problemas y dificultades que existieron durante su ejecución.
Chillón 30 de abril de 2022
Zacarias Cárdenas Ramos